Un aviso sobre las políticas de privacidad de WhatsApp, publicado por la propia empresa en enero de 2021, originó un impensado éxodo hacia Signal y Telegram…
¿Cambió algo realmente? En realidad, la actualización comunicada fue, más bien, una confirmación de algo que se sabía iba a suceder y que, seguramente, ya ocurría.
Pero a no confundirse. Los mensajes de WhatsApp siguen protegidos por cifrado de extremo a extremo, lo cual debería significar que solo el remitente y el receptor pueden leer su contenido.
El problema mayor siguen siendo los metadatos y la retroalimentación de información entre WhatsApp y su matriz Facebook.
WhatsApp ya era de Facebook
En 2014, Facebook compró WhatsApp. Un negocio que encendió la alarma de los defensores de la privacidad, dados los antecedentes negros de Facebook en esta clase de asuntos.
Y sí, era cuestión de tiempo para que ambas plataformas dejaran de ser servicios completamente separados. Entre empresas, la independencia es una rara ave, cada vez más atípica, por no decir inexistente.
Pocos años después de la adquisición de Facebook, Brian Acton, uno de los fundadores de WhatsApp, co-creó Signal Foundation.
Signal Foundation es una organización sin fines de lucro, a cargo del desarrollo del Signal Protocol, protocolo de código abierto usado por Signal, WhatsApp y otras apps de mensajería instantánea para implementar el cifrado de extremo a extremo.
Ver: Apps de mensajería instantánea más privadas y seguras
¿Por qué la gente se va de WhatsApp?
Tras una actualización de sus políticas de privacidad y términos de uso, comunicada el 4 de enero de 2021 por la propia empresa y que comenzaba a regir desde el 8 de febrero, decenas de millones de usuarios decidieron abandonar WhatsApp para sumarse a otras aplicaciones de mensajería, como ser Signal y Telegram.
Para seguir usando la app, hay que aceptar los nuevos términos y condiciones. O irse de la app.
Entre otras cosas, se (mal) interpretó que a partir de ahora, WhatsApp compartirá datos del usuario con Facebook…
Pero, en realidad, eso no es nuevo
En agosto de 2016 se lanzó una actualización importante de la política de privacidad de WhatsApp, que ya habilitaba el intercambio de datos y metadatos con Facebook.
Esa vez, la app de mensajería dio al usuario unos 30 días para optar por no compartir al menos una parte de sus datos.
Hoy esta función ya no está disponible en la configuración de la aplicación, ni figura en la política de privacidad de ese año. Desapareció.
Tal como comenta Wired, probablemente el intercambio de datos con Facebook sea una práctica vigente, por lo menos, desde el año 2016.
En su artículo publicado en Wired en enero de 2021, Lily Hay Newman remarcó:
“Dada la realidad de que Facebook ha sido propietario de WhatsApp durante la mayor parte de una década, a algunos les parece que esta aclaración es simplemente tener en cuenta lo inevitable.”
En otras palabras, la última actualización de la política de privacidad de WhatsApp supuso, en realidad, un recordatorio de que la empresa ya comparte algunos de sus datos con su empresa matriz Facebook.
Marcha atrás
Luego del pasaje masivo de usuarios hacia otras aplicaciones de mensajería instantánea, WhatsApp comunicó que retrasaría el cumplimiento de la actualización planificada de su política de privacidad referida al intercambio de datos hasta el 15 de mayo de 2021.
“Ahora estamos retrocediendo la fecha en la que se les pedirá a las personas que revisen y acepten los términos. A nadie se le suspenderá o eliminará su cuenta el 8 de febrero”, aclaró WhatsApp, que calificó como “desinformación” y “confusión” lo generado tras su anuncio de actualización de la política de privacidad 2021.
“Esta actualización no amplía nuestra capacidad para compartir datos con Facebook”, escribió WhatsApp.
¿Por qué WhatsApp comparte datos con Facebook?
De acuerdo con la versión oficial, WhatsApp comparte datos con Facebook para personalizar mejor la experiencia del usuario.
El intercambio de datos está orientado a perfilar mejor a sus usuarios para dirigir mejor sus anuncios publicitarios y otros de sus servicios. Esta es parte de la teoría.
Dicho diferente, se trata de otra perla en el collar del conocido (ab) uso de los datos del usuario con fines lucrativos.
Por otra parte, se sospecha -y con razón- que incluso quienes usan WhatsApp, pero no son usuarios de Facebook, igualmente pasarán a integrar las enormes bases de datos de Facebook.
Vale aclarar que desde 2016, gracias a la normativa de protección de datos GDPR, en Europa se impide expresamente que Facebook comparta información con WhatsApp. No así en otros países.
Recordemos que en 2017 reguladores de Europa tomaron medidas contra Facebook por compartir números de teléfono de los usuarios de WhatsApp con su red social Facebook con fines publicitarios, algo que la empresa había dicho que nunca se implementaría.
¿Qué datos comparte WhatsApp con Facebook?
Mucha información, incluyendo:
- Número de teléfono del usuario
- Registros de cuánto tiempo usa WhatsApp y con qué frecuencia
- Datos de cómo interactúa con otros usuarios
- Identificadores y otros detalles asociados a los dispositivos, como ser datos del navegador, sistema operativo, dirección IP, versión de la app, zona horaria, idioma, etc.
- Datos de transacciones / pagos
- Y dependiendo de los permisos otorgados, cookies y la información de ubicación
Ver: ¿WhatsApp es una app de mensajería realmente privada?
Los mensajes siguen cifrados
Cabe resaltar que el cambio en las políticas de privacidad de WhatsApp no afecta al cifrado de extremo a extremo, mecanismo de privacidad por el cual todos los mensajes, imágenes y contenidos enviados o recibidos en la app están encriptados.
Esto significa, en términos muy simples, que solo pueden acceder a ellos los usuarios desde sus dispositivos. Ni Facebook, tampoco WhatsApp, podrían acceder a las comunicaciones.
Ver: ¿Qué es el cifrado de extremo a extremo?
Cuestionando la práctica de la empresa de recoger y compartir los metadatos y otros detalles que podrían vulnerar la privacidad en línea de las personas, Matthew Green, criptógrafo de la Universidad Johns Hopkins, opinó:
“WhatsApp es excelente para proteger la privacidad del contenido de sus mensajes. Pero parece que la privacidad de todo lo demás que haces está en juego”.
Desde hace tiempo, varios expertos en privacidad vienen alertando por los riesgos asociados con los metadatos, ese amplio espectro de datos que rodean al mensaje, los cuales pueden revelar incluso más información que el propio mensaje.
Migración a Signal y Telegram
Tras la notificación de WhatsApp del 4 de enero de 2021, decenas de millones de personas descargaron Signal y Telegram.
De acuerdo con datos de The New York Times basados en estimaciones de Apptopia, Telegram sumó más de 25 millones de usuarios, alcanzando así los 500 millones de usuarios, mientras que Signal agregó casi 1.3 millones de usuarios solo el día lunes.
El temor y el rechazo generado por las políticas de privacidad de WhatsApp provocaron un escape masivo hacia otras aplicaciones de mensajería y la repentina popularidad de Telegram y Signal.
Hasta Edward Snowden y Elonk Musk se pronunciaron al respecto desde sus cuentas personales de Twitter, mostrando sus preferencias por Signal:
Ver: Privacidad en línea – Consejos de Edward Snowden
Por su parte, Moxie Marlinspike, co-autor del Protocolo Signal y fundador de Open Whisper Systems, lanzó la siguiente interpretación sobre el escape masivo ocurrido en enero de 2021 desde WhatsApp a Signal, Telegram y otras apps:
“El mundo entero parece entender ahora que Facebook no está creando aplicaciones para ellos, Facebook está creando aplicaciones para sus datos. Se necesitó este pequeño catalizador para empujar a todos al borde de hacer un cambio”.
Signal vs WhatsApp
Signal se caracteriza por ser un proyecto de código abierto y gratuito, contrario al código cerrado de WhatsApp, cuyo protocolo de cifrado de extremo a extremo es usado también por WhatsApp y otras apps de mensajería instantánea para proteger el contenido de las comunicaciones de sus usuarios.
A diferencia de WhatsApp, que almacena y puede compartir un montón de metadatos, Signal ha implementado varias técnicas para reducir al máximo la cantidad de metadatos generados.
Al respecto, en octubre de 2018, Signal publicó en su blog:
“Hemos estado explorando técnicas para reducir aún más la cantidad de información que es accesible para el servicio, y la última versión beta incluye cambios diseñados para acercar a Signal cada vez más al objetivo de ocultar otra pieza de metadatos: quién envía mensajes a quién.
Estos cambios de protocolo son un paso incremental y seguimos trabajando en mejoras en la resistencia de metadatos de Signal. En particular, la resistencia adicional a la correlación del tráfico a través de ataques de tiempo y direcciones IP son áreas de desarrollo continuo.
No recopilamos ni almacenamos ninguna información confidencial sobre nuestros usuarios, y eso nunca cambiará”.
Además, Signal permite la eliminación automática de mensajes antiguos, con lo cual si un ladrón o hacker se apodera de tu teléfono, no podrá ver todos los mensajes, sino solo los más recientes.
Entre otras varias fortalezas en comparación con WhatsApp, en Signal tu foto de perfil y nombre elegido solo se transmiten utilizando cifrado de extremo a extremo, evitando que el servidor pueda saber o aprender cómo se ve tu imagen o qué usas para identificarte.
Una de las principales razones para usar Signal es que, lisa y llanamente, Signal no está en manos de Facebook, un invasor indiscutible de la privacidad en Internet, que ha sufrido el merecido castigo popular luego de violar la privacidad y confianza de sus usuarios tras el infame caso de Cambridge Analytica.
Signal, además, no alcahuetea tu estado de conexión, no existe el “En línea” de WhatsApp.
Conclusión
Quien usa Instagram, TikTok, Facebook o Twitter y ahora se preocupa por la aparente nueva política de privacidad de WhatsApp está exagerando y siendo incoherente.
Temes que WhatsApp comparta datos con Facebook, ¿pero conoces el contenido e implicancias de los mecanismos y políticas de privacidad de otras redes sociales y apps usadas a diario?
No hay un motivo nuevo y real que justifique la migración a gran escala recientemente ocurrida desde WhatsApp hacia Signal y Telegram.
Sin embargo, no deja de ser algo bueno, ya que desmonopoliza un poco la torta de los servicios de mensajería instantánea y desconcentra un poquito el gran control que retienen los gigantes de nuestra información.
Además, esta salida masiva de WhatsApp permite superar una de las trabas de esta clase de aplicaciones, a saber: que amigos y conocidos también usen la app que uno usa para comunicarse.
La desinformación mediática y la interpretación apresurada del usuario llevaron a una salida masiva de la app WhatsApp. Pero en vez de exageraciones y radicalismos caprichosos, quizá lo mejor sea usar Signal, Telegram y WhatsApp, en lugar de cerrarse a solo una.
Aunque si la mayoría de nosotros nos vamos para Signal, por privacidad y seguridad, será mejor encontrarnos allí.
Si te importa realmente (o necesitas) sistemas de comunicación más privados, pincha aquí.
Fuentes:
WhatsApp Has Shared Your Data With Facebook for Years, Actually – Wired
Millions Flock to Telegram and Signal as Fears Grow Over Big Tech – The New York Times
Why everyone should be using Signal instead of WhatsApp – Wired
Is Signal still more secure than WhatsApp -Security.stackexchange.com/