La extinción de insectos no es ningún problema menor, dada la inmensa y comprobada importancia que muchos de ellos tienen para diferentes ecosistemas, siendo especies vitales para las plantas, los animales y el hombre…
Una de las grandes preocupaciones de los científicos es que no se sabe qué tan rápido están muriendo. Tampoco hay un recuento exacto de todas las especies de todo el mundo hoy exterminadas.
Porque si bien existe información que refleja el deterioro y disminución de la biodiversidad de la Tierra, aún parecen ser escasos e irregulares los datos disponibles sobre los insectos, pequeños seres con abundantes especies y familias de todo tipo y color.
¿Cuántos insectos están extinguidos?
Un informe publicado en 2019 por IPBES (Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos), colectivo de especialistas en ecología convocado por la ONU, arroja el siguiente dato:
De 5,5 millones de especies de insectos que habitan la tierra, alrededor del 10 % están en peligro de extinción.
En 2007 la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) reportó que casi 100 especies de insectos han desaparecido en épocas modernas.
Datos recién consultados en el sitio web de la UICN en 2020 registran más de 60 especies de insectos extinguidas y más de 570 en peligro de extinción, más de 700 en estado vulnerable y más de 300 en peligro crítico.
Sin embargo, cabe remarcar que entre la gigantesca diversidad de insectos existentes, se ha evaluado un porcentaje pequeño, por lo que probablemente el número de desaparecidos sea aún mayor.
No se sabe a ciencia cierta cuántos han desaparecido y cuántos están en peligro real de perecer.
Las hormigas, termitas, abejas melíferas y otros insectos comunes se encuentran en una situación vulnerable, ya que presentan un relativamente bajo tamaño de población y algunas de ellas siguen en descenso, siendo susceptibles a una extinción en un futuro. Esperemos que no.
Imágenes de insectos en peligro de extinción, amenazados o ya extintos
3 especies de insectos en peligro de extinción
Platycypha auripes
Nehela vulturina
Macrorhaphis wollastoni
Especies casi amenazadas
Archon apollinus
Podacanthus typhon
5 especies de insectos en peligro crítico
Peruphasma schultei
Elaphrus viridis
Aerotegmina megaloptera
Megalagrion leptodemas
Phalangacris alluaudi
2 Especies de Insectos Extinguidas
Glaucopsyche xerces
Pseudobactricia ridleyi
¿Realmente estamos cerca de una extinción de insectos?
Para un ala científica más conservadora, hablar de un apocalipsis de insectos inminente resulta exagerado y un tanto fatalista.
Lo cierto es que las acciones del presente podrían evitar un futuro negro y de proporciones inciertas, en especial si los insectos que hoy están en camino de extinción, finalmente desaparecen.
Al margen de cifras, pocos hombres de ciencia no estarían de acuerdo con el siguiente resumen de estado de situación:
- La amenaza que enfrentan los insectos a nivel mundial.
- La importancia y rol vital de los insectos sobre los ecosistemas, para las personas y otros seres vivos.
- La falta de acciones concretas para conservarlos.
- ¿Se subestima a los insectos?
Ver: La Vaquita de San Antonio – El insecto controlador de plagas
Llamado a la acción de la comunidad científica – 2020
A inicios del mes de enero de 2020, la revista Nature Ecology and Evolution publicó un trabajo titulado ‘International scientists formulate a roadmap for insect conservation and recovery‘, es decir: ‘Científicos internacionales formulan una hoja de ruta para la conservación y recuperación de insectos’.
Allí 75 expertos repasan la problemática y demandan acciones urgentes, porque como dice a Deutsche Welle Jeff Harvey, ecologista del Instituto Holandés de la Ecología y autor principal del artículo:
“Cosechamos lo que sembramos. Es obvio que la disminución de los insectos afectará a otras especies en la cadena alimentaria … No podemos simplemente ponerle pequeños vendajes”
Ver: La chicharra y su tamborileo de verano
¿Qué acciones incluye la hoja de ruta para evitar la extinción de insectos?
Los científicos del mencionado trabajo resaltan las siguientes medidas a corto y largo plazo:
- La eliminación progresiva del uso de los plaguicidas y el reemplazo con medidas ecológicas
- Diversificación de las tierras de cultivo – Menos monocultivos –Aumentar la heterogeneidad del paisaje en la agricultura
- Disminuir las importaciones de productos ecológicamente nocivos
- Conservación de especies amenazadas
- Mejorar los programas de restauración y conservación
- Educación, concienciación ciudadana y desarrollo de capacidades
- Reducir la luz y la contaminación acústica
- Evitar y minimizar la introducción de especies exóticas
Con estas y otras acciones, se busca ayudar en la recuperación de especies en peligro, mientras se trata de recopilar un mayor volumen cuantitativo y cualitativo de datos. Justamente, otra de las medidas es continuar investigando.
¿Por qué los insectos son importantes para el hombre? – Consecuencias de la extinción de los insectos
Los insectos juegan un rol esencial en los ecosistemas, es decir los entornos que el hombre necesita para habitar, buscar alimento y vivir.
El propio suministro de alimentos podría peligrar si un día las lombrices dejan de reponer el suelo y las poblaciones de mariposas, abejas y otros polinizadores desaparecen.
Cultivos como el trigo pueden ser polinizados por el viento, pero otros dependen necesariamente de los insectos para la polinización, proceso por el cual nacen, por ejemplo, las semillas y frutos.
Desde hace no tantos años, la muerte en masa de ciertas abejas a escala global encendió la alarma de apicultores y científicos de todo el mundo. Porque si un día sucediera una extinción total de las obreras, desaparecería uno de los principales agentes de la polinización.
Sin abejas no florarían muchos cultivos, como ser vegetales, frutas y otros alimentos del hombre.
A su vez, el ganado come vegetales y muchos otros animales también dependen de la alimentación vegetal, pero si estos no nacen ni se cosechan, podrían morir de hambre y el hombre quedarse sin carne.
Sin polinizadores no tendríamos frutas, verduras y carnes de consumo habitual, tampoco café, chocolate, almendras ni algodón.
Por otra parte, los insectos al mismo tiempo vez son presa y alimento de otros animales, como los reptiles y las aves. Menos insectos es menos comida para ellos, pudiendo desaparecer por falta de alimento.
Más que una cadena, un macabro dominó.
Consecuencias incalculables en la cadena alimenticia, pero también un impacto ecológico mayor. La desaparición de las abejas podría ocasionar la destrucción de los ecosistemas. En el peor de los escenarios, ¿dónde encontraríamos sombra, pulmones naturales y verde?
En Reino Unido, ornitólogos locales sospechan que la disminución de especies de aves puede deberse, en parte, a la creciente desaparición de insectos.
Con coletazos menos devastadores, si muriera para siempre el escarabajo de estiércol, la Tierra sería menos limpia, ya que estos insectos descomponen la materia vegetal muerta, las heces y la carroña, evitando su putrefacción al aire.
El citado reporte de IPBES apunta que podrían perderse $ 577 mil millones de dólares en la producción anual de cultivos como resultado de la extinción de polinizadores.
Ver: Bichito de luz y luciérnaga – Bichos de luz al caer el sol
¿Por qué están desapareciendo los insectos?
Entre las principales causas, la pérdida de hábitat, ese saqueo que sufren animales e insectos de todo el mundo, principalmente por obra del hombre y sus actividades, así como por los cambios violentos e imprevistos del clima.
Otros factores de peso estudiados han sido la contaminación, incluyendo el abuso de pesticidas y fertilizantes nocivos vertidos en nuestros entornos, pero también la estela gris y tóxica de emisiones que salen de fábricas, empresas y ciudades enteras.
Además de la propagación de la agricultura intensiva y sus efectos secundarios sobre el medioambiente, el problema de las extensiones de monocultivo, esa práctica de optimización productiva basada en cultivar un solo cultivo o planta, ¿pero sacrificando a las abejas?
El modelo de monocultivo está desplazando a los insectos, quitando zonas donde antes obtenían la riqueza herbal y floral necesaria para nutrirse de polen.
Las abejas y otros insectos necesitan nutrirse de diferentes fuentes de polen, pero un campo enorme solo destinado a un producto no les da muchas opciones. El monocultivo usurpa su hábitat original, el predio que antes era puro campo de especies, flores, polen y néctares de todo tipo.
También juegan un rol los parásitos y enfermedades de los insectos, como ser el ácaro Varroa, un destructor imparable que influye en la disminución de las abejas melíferas y sobre el cual ya se está trabajando.
Conscientes de la importancia de la abeja y no por la miel, científicos de la Universidad de Texas desarrollaron una nueva estrategia para la protección de abejas melíferas, utilizando bacterias genéticamente modificadas, que viven en las tripas del insecto “bombeando medicamentos“.
Experimentos han mostrado su eficacia contra los ácaros Varroa y el virus del ala deformada, según informaron los investigadores a fines de enero de 2020 en la revista Science.
A su vez, otro de los principales factores son los impactos ya innegables del cambio climático / calentamiento global.
Por ejemplo, los cambios de calendario respecto a las heladas y sequías.
O los casos recientes de Australia y Portugal, donde la furia sostenida de los incendios forestales ya ha quemado el hábitat de especies de por sí amenazadas.
Pero dado que hay poca información sobre las especies de insectos que se encontraban en las áreas quemadas antes de los incendios, se ignora entonces cuáles de ellas han sido específicamente afectadas por el avance del fuego.
Ver: ¿Las luciérnagas están desapareciendo?
¿Qué pasa con los insectos en América del Sur y África?
En 2019 una publicación de la revista Biological Conservation firmada por miembros de la Universidad de Sydney y la Academia de Ciencias Agrícolas de China produjo titulares de presagios escandalosos, como “Armageddon”, “colapso de la naturaleza” y “apocalipsis de insectos”.
¿Qué disparó la alarma? El pronóstico de que el 40% de las especies de insectos podrían extinguirse en las próximas décadas, con las mariposas, las abejas y los escarabajos de estiércol encabezando la lista de los más amenazados.
Un pasaje del trabajo advierte:
“Las repercusiones que esto tendrá para los ecosistemas del planeta son catastróficas, por decir lo menos, ya que los insectos están en la base de muchos de los ecosistemas del mundo”.
Ver: Tata dios / Mantis religiosa – El insecto que simula rezar
Esa investigación de 2019 se basa en más de 70 estudios realizados en Europa y los EE.UU., dado que son las regiones con “registros históricos más completos”, mientras que para África y América del Sur solo se revisó un estudio brasileño y otro sudafricano.
En otras palabras, para esas y otras zonas del mundo, no hay información científica disponible, cuando “en realidad, la situación de los invertebrados tropicales es peor ahora que la de los templados”, señala Georgina Mace del University College London y acota:
“La revisión podría estar subestimando la situación en los trópicos”.
Al respecto, el ecólogo de la Universidad de Nueva Inglaterra, Manu Saunder, criticó:
“Hay muy pocos datos disponibles para la mayoría de las especies en la mayoría de los países, por lo que es simplemente falso afirmar que existe un consenso científico de que los insectos están en declive global”.
El informe de IPBES indicó que existen un 10 % de especies de insectos amenazadas. Josef Settele, ecologista y uno de los autores del informe, destacó a la Deutsche Welle:
“Creo que a nivel mundial tenemos una disminución considerable en las especies. El 40% podría ser demasiado alto y el 10% en nuestra evaluación global es demasiado bajo, pero este es el rango”.
Ver: Guitarrero – El bichito de alas “metálicas” que suena en la mano
El ejemplo alemán para frenar la extinción de insectos
Los autores de la reciente hoja de ruta orientada a evitar la extinción de insectos consideran a Alemania como un caso ejemplar para que otros países sigan sus pasos.
La creciente extinción de insectos tiene una mejor documentación en Alemania, donde los datos fríos y duros de la realidad los llevó a reaccionar y tomar acción a tiempo.
El propio gobierno alemán anunció en setiembre de 2019 una inversión de 100 millones de euros al año para proteger los hábitats, eliminar el uso del glifosato y reducir la contaminación lumínica.
A pesar de que el caso alemán parece ir en la dirección correcta, Christine Chemnitz, especialista en políticas agrícolas de la Fundación Heinrich-Böll y líder del ‘Atlas de insectos’, cuestionó la necesidad de una reforma agrícola para abordar la problemática:
“Apoyamos totalmente [el programa de protección] pero lo vemos de manera crítica, porque la política agrícola también debe cambiar urgentemente”.
El ‘Atlas de Insectos’, publicado en enero de 2020 por la Fundación Heinrich-Böll, Amigos de la Tierra Alemania y Le Monde Diplomatique, presenta el estado de situación actual más simple imposible:
“La agricultura industrial, los pesticidas y los monocultivos representan una gran amenaza para los insectos, y eso, a su vez, pone en peligro las cosechas y los suministros de alimentos”.
Fuentes consultadas:
Deutsche Welle – ‘Insects are dying and nobody knows how fast’
New Scientist – ‘Huge global extinction risk for insects could be worse than we thought’
Naciones Unidas – Informe de IPBES (2019)