Al igual que el ruido de los grillos o el canto de los pajaritos, la luz de las luciérnagas fascina a gente de cualquier punto geográfico. Estos bichos de luz centellean en las noches de verano, chispeando el pasto y el aire como si fueran estrellas…

Foto: Matt MacGillivray

¿Las luciérnagas están desapareciendo?

La evidencia anecdótica sugiere que sí y para variar, por obra del hombre.

Hay quienes creen que, cuando eran niños, había más insectos luminosos revoleando por los aires. Zonas que antes estaban pobladas de ellas hoy parecen brillar por su ausencia.

En 2016 la bióloga Sara Lewis dijo a The Washington Post:

Incluso como científica escéptica y la ausencia de números concretos, existe el peso y el alcance geográfico de los datos anecdóticos para convencerme de que los números de las luciérnagas están disminuyendo“.

Ver: Bichito de luz y luciérnaga – Bichos de luz al caer el sol

Un mapa colaborativo de luciérnagas

En Massachusetts, EE.UU. existe Firefly Watch, un proyecto de Mass Audubon (organización sin fines de lucro, referente en educación medioambiental) e investigadores de la Universidad de Tufts, que busca rastrear el destino de estos insectos de luz.

La idea es que los ciudadanos colaboren con los científicos para cartografiar a estos insectos y así obtener su distribución geográfica.

Con este mapa, se quiere responder si están creciendo o realmente disminuyendo las poblaciones de luciérnagas y por qué.

Ver: Extinción de Insectos, ¿por qué debería importarnos?

¿Por qué podrían desaparecer las luciérnagas?

El uso de pesticidas, la pérdida de su habitat como consecuencia de nuestro avance y la contaminación lumínica artificial parecen ser los principales factores de la posible desaparición de las luciérnagas.

Photinus pyralis

Invasión de su hogar

Por lo general, habitan los terrenos pantanosos, campos, bosques, a la orilla de arroyos y estanques, prefiriendo las áreas húmedas y cálidas. Una vez crecen, estos insectos suelen quedarse donde nacieron.

Pero la expansión del hombre, con su pavimentación de la tierra, el desarrollo de edificios y viviendas, la tala sin pausa, el tráfico y la contaminación pueden impactar y acabar con el hábitat de las luciérnagas.

Químicos en el aire

El abuso de pesticidas, en especial las rociadas de aerosoles contra mosquitos, dañan a estos bichos de luz, así como los insecticidas larvicidas, que acaban en forma prematura con la vida de las pequeñas larvas de luciérnaga.

Las luces artificiales

La aparente desaparición de las luciérnagas se relaciona, además, con la contaminación lumínica, toda la red de fuentes de luces artificiales tendidas a diario.

Este exceso de focos encendidos por el hombre suspenden a veces su colorida comunicación de luces. Su intercambio de patrones verdes y amarillos se interrumpe, por culpa de la luz del patio o los autos.

Foto: frankieleon

Cortar su cortejo de brillos es quizá dificultar su apareamiento y así el nacimiento de futuras luciérnagas. Interferir para que se encuentren y puedan reproducirse.

Si se reducen las luces artificiales, estos insectos “tienen más probabilidades de encontrarse para hacer más luciérnagas“, indicó Rachael Tolman, naturalista del Centro de Naturaleza Long Branch en South Arlington.

¿Cómo ver una luciérnaga?

Sin ninguna luz. Aparecen en la oscuridad. Apagar las luces exteriores ( jardín, patio, fondo), incluso cerrando las persianas para que no ilumine desde dentro, o mejor en pleno campo, esperando en silencio para ver cómo vuelan brillando.

Infografía de Mass Audubon, que muestra los patrones de comunicación de luz usados por diferentes especies de luciérnagas.

Las luciérnagas proporcionan un espectáculo natural de color y brillo, siendo su presencia un síntoma de las condiciones ecológicas de un lugar.

Como explicó Alonso Abugattas, gerente de recursos naturales del Departamento de Parques y Recreación de Arlington (EE.UU.):

“Si tienes muchas luciérnagas, puedes asumir que el hábitat es bastante saludable, porque todos los elementos que están allí para apoyar a la luciérnaga son compatibles con muchos otros animales salvajes”.

Fuentes: