Alrededor del mundo, el nombre saltamontes se usa para referirse a varios insectos que, aunque similares, pertenecen a diferentes familias. Reconocibles por la longitud de sus antenas, saltos de gran impulso y paseos habituales entre la hierba, a los machos se los distingue por su especial “canto” nocturno…
¿Qué es el saltamontes?
El saltamontes es un insecto con fama cantora y saltarina, que suele verse casi siempre cerca de plantas. Se conocen más de 11,000 mil especies en la Tierra. Muchos de ellos son nocturnos, pero otros tienen hábitos diurnos.
Con el nombre de saltamontes se conocen varias especies de ortópteros (orden del que forman parte los grillos), aunque en rigor ellas pertenecen a diferentes familias de insectos.
Por ejemplo, la familia de los acrídidos (Acrididae), también llamados langostas, chapulines, tucuras y grasshoper en inglés, así como los tetigoniidos (Tettigoniidae) o saltamontes longicornios.
Jacinta Lluch Valero
Este insecto usa las patas traseras como si fueran catapultas para saltar y lanzarse al aire con gran altura cuando deben escapar de sus depredadores, mientras que utilizan las delanteras para caminar.
También se distingue de otros insectos por portar unas antenas largas, que lo ayudan a orientarse en su entorno y por tener dos pares de alas para volar.
A veces, el término se utiliza para referirse a las langostas, aunque este es otro insecto. Ambos son parecidos en aspecto, si bien muchos saltamontes presentan antenas más largas y flacas.
En Brasil los llaman ‘esperanças‘, es decir ‘esperanzas’, porque la mayoría de las especies son de color verde.
La familia de los tetigoniidos, más conocidos como saltamontes longicornios, katydids o grillos de matorral, viven en todas las regiones del globo, salvo en la Antártida.
De tamaño mediano a grande, por lo general los saltamontes miden 2 pulgadas (unos 5 cm), aunque otros superan las 5 pulgadas (más de 12 cm).
Muestra de las maravillas del camuflaje animal, existe una especie de la familia de los tetigónidos, Stilpnochlora couloniana, más conocida como saltamontes hoja verde, que por su apariencia fácilmente puede entenderse por qué se le llama así:
Ver: El grillo, el saltarín cantor de las noches
Hábitat
El insecto gusta vivir rodeado de hierbas y puede encontrarse en prados, campos y bosques de todo el mundo, con especial preferencia por las regiones tropicales y subtropicales.
Las zonas de gran vegetación, con temperaturas cálidas o secas, son su entorno habitual. Allí se los ve saltando.
La migración en busca de comida
Cuando llega el frío, hay especies de este insecto que pueden migrar a largas distancias sin aterrizar. Durante la migración de invierno pueden mantenerse en el aire por tres días.
Por lo general, van en masa, viajando de a millones o más hacia otras tierras en busca de comida.
El grillo mormón
Si bien sucede rara vez, los saltamontes pueden convertirse en una plaga de pastos, cereales y variados cultivos si invaden en masa.
Por ejemplo, resultan un peligro los grillos mormones (Anabrus simplex), un tipo de insecto que en realidad no es un grillo, sino una especie originaria de América del Norte de la familia de los tetigoniidos, que suele volar en banda.
¿Qué comen?
El insecto es un animal herbívoro, que come materia vegetal, como ser semillas, malezas, hojas, hierbas, arbustos y muchas especies de plantas que habitan a su alrededor.
Las especies de Zaprochilinae comen polen y hay también algunas especies de saltamontes carnívoros, como Saginae.
Reptiles, aves y otros insectos se alimentan de este insecto, aunque también son bocado de seres humanos en países de África y Asia, donde se encuentran especies más grandes. Los chapulines también se comen en México.
El saltamontes verde
Tettigonia viridissima es una especie grande de la familia de los tetigoniidos de hábitos carnívoros y color verde, que se encuentra en partes de Europa y África.
Activo durante la noche y el día, a esta especie se la puede escuchar “cantar” por la tarde y por la noche hasta la medianoche.
¿Cuánto vive un saltamontes?
Los jóvenes y adultos viven en el mundo exterior durante unos meses antes de morir. Gran parte de su vida es dentro de un huevo. De hecho, los huevos de saltamontes pueden estar 9 meses antes de eclosionar.
A principios de otoño y durante el invierno, la hembra pone huevos unos centímetros bajo tierra. Cuando el saltamontes bebé, llamado ninfa, sale del huevo enseguida hace un túnel en el suelo y sube a la superficie.
El sonido del saltamontes
Al igual que el grillo, la cigarra, el guitarrero y otros insectos “cantores”, el saltamontes es famoso por el sonido que emiten los machos por lo general a la noche, a diferencia del “canto” diurno de la chicharra.
Este tipo de emisión se llama “estridulación”, sonido generado por el rozamiento de ciertas partes del cuerpo de insectos y otros animales.
¿Cómo canta?
El canto del saltamontes es producido por los machos al frotar sus alas, las cuales tienen una especie de pequeños dientes que al rozar entre sí generan ese característico sonido. Algunas especies emiten el sonido frotando sus patas traseras de textura dentada contra sus alas delanteras.
Los saltamontes más grandes irradian su canto muy fuerte y pueden escucharse a largas distancias.
Tal como otros cantos del reino animal, se considera el sonido de los saltamontes como una señal de cortejo. El llamado del macho para atraer a la hembra.
Supersonus, la llamada de amor más potente
Científicos de Inglaterra, Escocia y Canadá reportaron en 2014 un nuevo género con tres nuevas especies de saltamontes encontradas en bosques tropicales de Colombia y Ecuador.
Los investigadores indicaron que estos insectos machos producen “las llamadas ultrasónicas de mayor frecuencia registradas hasta ahora de un artrópodo” – animales invertebrados formados por arácnidos, insectos, crustáceos y otros-.
El sonido más alto documentado llegó a 150 kHz, aunque las frecuencias de llamada más recurrentes oscilaron entre 5 kHz y 30 kHz.
De ahí que hayan decidido bautizar el nuevo género de insectos como Supersonus.
Fernando Montealegre, experto de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Lincoln y uno de los autores del estudio, explicó:
“Para llamar a las hembras, los saltamontes macho producen canciones de ‘estridulación’, donde una de las alas se frota contra una fila de ‘dientes’ en la otra ala. El rascador está al lado de un tambor vibratorio que actúa como un altavoz. Las alas delanteras y tambores son inusualmente reducidos de tamaño en las especies Supersonus; sin embargo, todavía se las arreglan para ser altamente ultrasónicas y muy ruidosas”.
¿Qué significan los saltamontes?
A nivel popular, en Japón, China y otros lugares del mundo se los considera una señal de buena suerte. El saltamontes verde se asocia con la esperanza, la salud, la juventud, aventura o naturaleza. Para los chinos simbolizan la fertilidad y abundancia.
También representa la facultad de sortear los obstáculos y seguir adelante. En la cultura occidental, el escritor griego Esopo reflejó en el insecto la actitud de pereza y frivolidad en su fábula “El saltamontes y la hormiga“.
“El saltamontes y la hormiga” – Fábula de Esopo
“En un jardín, un día de verano, un Saltamontes saltaba, cantaba y chirría a su antojo. Pasó una hormiga, que llevaba consigo un monton de comida para llevar al hormiguero.
«¿Por qué no vienes a divertirte conmigo -dijo el saltamontes- en vez de estar trabajando y maltratandote de esa manera?»
«Estoy colaborando con la comida de nosotros para el invierno», dijo la Hormiga, «y te recomiendo que hagas lo mismo.»
«¿Por qué preocuparse por el invierno ahora?», dijo el saltamontes , «tenemos mucha comida por aca.»
La Hormiga siguió su camino y continuó su trabajo duro.
Cuando llegó el invierno, el saltamontes no tenía comida y se estaba muriendo de hambre, mientras veía a las hormigas que distribuían diariamente maíz y grano de los hormigueros que recogieron en el verano.”
Moraleja – Es mejor prepararse para los días de necesidad.
Hopper, el saltamontes malo
En la película de Pixar ‘Bichos: una aventura en miniatura‘ (1998), los villanos son los saltamontes, una pandilla liderada por el jodido Hopper.
Fuentes:
‘Insectos y Arácnidos’ – Carlos S. Carbonell
